Nada como la diminuta magnitud de los límites de la existencia, para situar a cada uno en su sitio y cada cosa en su lugar. Nunca antes, vivir al límite, había sido tan revelador y acogedor. (Aleka).
Nada como la diminuta magnitud de los límites de la existencia, para situar a cada uno en su sitio y cada cosa en su lugar. Nunca antes, vivir al límite, había sido tan revelador y acogedor. (Aleka).
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