águilas azules
Cada vez que una mano sube hasta el horizonte del que cuida,
una luna nace en el misterio que te inventa.
Cada vez que del cielo brotan águilas azules para gritar que existes,
se me enciende el llanto que cabalga entre nocturnas esperanzas.
Cada vez que un gramo de sensatez acude para romperme en trozos
la galopante furia que me inventa cada día, me descuelgo del ilusionador anhelo de
cultivar mañanas.
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