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PRISMAS

AINARA Y EL MAR

Ainara nació con 3 pájaros en el vientre. El de los sonidos, el de los gestos, y el de la visión; con los años le daría forma a uno nuevo, el de las palabras.

Nació en un rincón del planeta donde todo crece sin ser sembrado, y aun así hay gente que continua muriendo por inanición.

En este padecito de tierra el verano es eterno, y las orquídeas se mueren de viejas.

Allí donde el despertador de un alegre gallo y el resplandor del sol colándose por la ventana, levantan cada mañana a miles de pieles, pieles negras y blancas, canela y marron, azules y verdes, simplemente pieles; hombres y mujeres de barro, niños y ancianos de barro.

En este lugar de la tierra hace 18 años, 2 habitantes decidieron intercambiar soledades, compartieron melancolías y se abandonaron por un instante al misterio de estar vivos, hasta conseguir llenar de sonido, movimiento y visión a Ainara; así fue su nacimiento.

Desde muy pequeña, Ainara me escribió en el corazón, me escribió ternura y alegría, me escribió sonrisa y brinco, me escribió cascabel y caracol, me escribió AMOR.

Su largo cabello. Sus ojos negros, su piel dorada por el sol y el mar, toda ella era dulce como el algodón del parque, y su sonrisa amplia como el arcoiris después de la tormenta.

En cuanto a mí sólo puedo decir que escuchar sus pasos durante estos 18 años,  han conseguido multiplicarme las ganas de vivir. Parece que fue ayer, que alegremente entraba a casa gritándome:

Abuela!! Abuela!! Abuela!! ¡Te traigo una luciérnaga nueva!, solía explicarme que esto llenaría de luz mi vida, y que así nunca estaría triste.

(Yo sólo podía tomarla en mis brazos y perderme en suspiros)....

Hoy a mis 88 años, tengo pocas fuerzas para seguir en pie, aunque desde fuera parezca lo contrario, (en realidad muchas cosas no son ni la mitad de lo que aparentan).

No sé cuanto más podré soportar sin sus pequeñas manos ofreciéndome caracolas y libélulas, estrellitas y caballitos de mar, tortugas salvajes.

Mi Ainara, partió en busca del sueño, ella decía en busca de repuestas, movida por su curiosidad ..

Se quedaba mirando el mar y me decía: ¡Abuela! algún día me dormiré mirando la luna desde la otra parte del océano!!.

Así pues, una Cálida noche de verano se adentro en el mar, con otros tantos soñadores y una embarcación construida mas con esperanza que con técnica.

Allí estaban ellos, dispuestos a atravesar el mundo, en sus 4 palos y aquí estabamos nosotros destinados a esperarlos eternamente.

Que ¿cómo me quede yo?, me quede con el corazón en llamas y sintiéndome pequeñita, mientras mi trocito de piel se perdía en el horizonte.

Me quedé yo, y se quedo la vieja lola, y el taciturno José, nos quedamos, como se quedan cada día cientos de nosotros, al ver la partida inminente de esos seres que hemos cuidado durante años. (No llegamos a saber el por que?, será acaso el destino, las normas, la economía y la política, o tal vez la ley natural?...

Los 18 años que Ainara estuvo a mi lado me lleno de palabras y de cartas, ahora que no esta, leo cada día sus escritos buscando traerla conmigo por segundos y esperando el maravilloso día en que el joven cartero toque a mi puerta para darme la carta en la que Ainara me contará sus aventuras en ese nuevo lugar, seguramente empezara hablándome de los colores, del aroma del Aire, de la variedad de sus gentes.....

Pero ese día no llega, y yo me voy apagando lentamente igual que las luciérnagas que ella ya no me trae, igual que mi cabeza se va escondiendo como las pequeñas tortugas salvajes....

Hoy estoy especialmente triste, ese aparato cuadrado con antenas, ha emitido una serie de noticias trágicas, dijeron que hoy el mar ha arropado nuevos habitantes que intentaban cruzarlo, luego informaron sobre la captura de 6 embarcaciones. Todo en mi se deshizo.

Nadie dice nada, porque es la tónica y nos hemos acostumbrado a las cifras, a los datos, es normal oír cada día como nuestra gente se va perdiendo en sus viajes sin llegar jamas a su destino...

Hoy no sé donde estará mi Ainara..

No sé si será una estadística más en las cifras de algún Estado, o quizás una presa más de ese lugar donde en 4 paredes encierran a quienes intentan curiosearle las arrugas a la vida; o no sé si felizmente habrá llegado a ese anhelado lugar, y hoy estará jugando a desplazar sus pies en otras playas..

Me quedan pocas fuerzas para esperar su llegada, así que esta carta es para ella, si el mundo y sus entramados espaciales , le permiten regresar algún día a casa; sino es así ,tal vez la vea en el sitio al que pronto partiré; de lo contrario solo quería decirles que si la ven, o la escuchan, si tan sólo la huelen, no le cierren las puertas, pues habrá tenido que atravesar todo un océano para acudir al Sueño, A SU SUEÑO. EL DE UN MUNDO SIN FRONTERAS

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