Perderse en lo cercano.
Ocurre a veces que la inquebrantable realidad
la utópica balanza del equilibrio
el aturdido presente y el patético pasado,
forman batallones audaces para atacar emoción y razón.
Ocurre también que los batallones de la angustia,
enferman de insomnio y traen el caos visual,
enferman los ojos para acompañar nocturnidad solitaria,
creadora subversiva de pesadillas y odas profundas a la inmovilización.
Ocurre que la aprendida dicotomía seduce,
Somete
y arropa hasta clavar el puñal que sentencia.
Ocurre que esos mismos batallones de la angustia
enmascaran el miedo a la acción
y se pierden en laberintos cercanos
evitando el dolor.
Entonces, finalmente concurren las dudas de ayer y de hoy
Para que quizás ocurra el mañana.
Surge la cuestión:
¿Priorizar metamorfosis ó metamorfosear prioridades?
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